6-10-18

Ayer, 6 de octubre de 2018, fue el inicio de algo que llevábamos mucho tiempo esperando, el inicio de algo que, sin duda alguna, nos llenará de amor, ilusión y mucho, mucho cariño en los próximos años. Raoul Vázquez, ex concursante de Operación Triunfo, cantaría por primera vez en un concierto que nada tiene que ver con el programa, y sería nada más y nada menos que ante las 15.000 personas que compraron la entrada del Coca-Cola Music Experience. Las primeras filas estaban llenas de pancartas con mensajes de apoyo para el catalán, de globos amarillos con su nombre y su número de casting escritos, incluso había letras enormes, amarillas también, que formaban un gran R-A-O-U-L. Es cierto que era de los artistas menos conocidos del cartel del #CCME, pero quien estuvo ahí sabe que sus fans fueron sin duda los más entregados, los más fieles y los más "supportives" -empezando por su amiga y compañera de concurso Nerea Rodríguez, que estaba aguantándose las lágrimas incluso antes de que "su padre" saliera al escenario-.

Cuando te estrenas ante tanto público en un evento tan especial que va a ser grabado tienes dos opciones: o vas a lo seguro, sin arriesgar, cantando un par de temas de OT que todo el mundo se sepa, o te arriesgas con algo nuevo que nadie se espere, con algo que no sabes si gustará o si conseguirá transmitir lo que esperas. Peo hablamos de Raoul, que es puro sentimiento y trabaja todos y cada uno de los detalles para que todo salga lo más perfecto posible. ¿Cómo iba a conformarse haciendo “lo de siempre”?

Antes de salir al escenario, Tony Aguilar hizo una preciosa presentación y nos reveló que por fin escucharíamos la canción en la que tanto ha estado trabajando: “Estaré Ahí”, su primer single. El tema se abre con unas palabras entonadas con la voz de un Raoul aparentemente roto. Tras un par de segundos de silencio, el catalán comienza a cantar acompañado de un piano precioso. Es una balada que va cogiendo fuerza según la canción avanza. Tanto la voz como el instrumental son impecables, pero no son el secreto de “Estaré Ahí”: lo que la hace tan especial es que es capaz de atravesar la armadura con la que blindamos nuestros sentimientos, hace que salga a la luz un mar de emociones que llevamos dentro y que, seguramente, tratamos de esconder.

La sinceridad con la que Raoul trata el tema es uno de los puntos clave. Se ha desnudado ante casi 15.000 personas para contarnos cuán herido se ha sentido, para reconocer que es vulnerable, que ha tenido momentos de debilidad en los que ha salido su peor faceta, pero que, aún así, “estaría hasta perderlo todo…ahí”. Todos y cada uno de los versos quieren decir algo, y prácticamente ninguno se canta de la misma forma. Cada uno es cantado con la intensidad que requiere el mensaje, por lo que vemos desde partes entonadas con una finísima delicadeza, casi como la de un cristal, hasta estribillos rompedores que cargan con una fuerza feroz. Y es que la carga emocional con la que canta cada una de las palabras de la canción es tal que incluso quien no sepa español puede sentir las emociones que el catalán ha intentado transmitir. De la fragilidad y vulnerabilidad que todos hemos sentido alguna vez en nuestras vidas, pasa a la determinación y la firmeza con la que, pese a todo, prometemos seguir ahí, luchando como lobos hasta el final.

La piel de gallina. Un montón de personas llorando, el propio Raoul entre ellas. Muchísimos comentarios buenos entre el público, ninguno malo. Y recuerdo que

estamos hablando de un festival en el que prácticamente todos los temas que sonaron tenían el objetivo de hacer bailar a la gente, de llevar la fiesta a lo más alto. Y ahí está Raoul, con un baladón que nadie ha escuchado, nos lanza a la cara todos los sentimientos que tiene en su interior, y triunfa. Eso, señores, es un artista: el que hace lo que quiere, el que tiene el valor de enseñarnos quién es, qué siente y cómo afronta los miedos que le quitan el sueño.

La gente aún estaba asumiendo lo que acababan de ver, y de repente empezó a cantar un preciosísimo “Perfect” de Ed Sheeran. El primer estribillo terminó, dijo “si no fuera por vosotros, yo no estaría aquí” y comenzó a sonar la grabación de una conversación de Raoul con su hermano Álvaro Vázquez de cuando el rubio aún estaba en Operación Triunfo. La pantalla gigante volvió a encenderse y se fueron intercalando un montón de vídeos del último año de Raoul. Vídeos de cuando estaba en la academia, de firmas de discos, abrazando a sus fans… realmente no se conformó con regalarnos el single: quiso dedicar a todos sus “wolfies” la segunda parte del concierto. No tenía mucho tiempo, así que en lugar de cantar “Perfect” entera, hizo un mix y, sin parar de sonar el piano, empezó a cantar su versión de “Million Reasons” de Lady Gaga. La cara de felicidad y de asombro que tenía al terminar el concierto fue indescriptible, y el orgullo de sus fans al ver lo que realmente hizo en el Wizink Center no fue para menos.

El valor y la paciencia que le echó Raoul Vázquez, el lobo de Montgat, para hornear su tema, ha tenido una recompensa enorme. No ha querido sacar el single antes de tocarlo en directo, cosa peligrosa para las cifras, ya que hay gente que la tendrá descargada para cuando salga, así que tendrá menos números. Ha preferido regalarle a sus fans quince minutos de magia, demostrando cuál es la verdadera razón por la que quiere dedicarse a la música, y, sobre todo, demostrando que tiene absolutamente todo lo necesario para conseguirlo.

Crónica: Luis Sánchez

Foto: Josune Ordoñez