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Crónica concierto Agoney en Adeje (11/10/18)

11-10-18

Ha trascurrido casi un año desde que Agoney Hernández pasó del anonimato a ser una de las personas más populares de España en 2018. Ya desde la gala 0 de Operación Triunfo pudimos ver que no es un artista cualquiera, uno de esos cantantes que pueden encontrarse por duplicado en cualquier formato televisivo musical. Agoney tiene un color propio que le distingue de cualquier otra voz, un timbre tremendamente versátil que desde el primer momento engancha. Es verdad que la voz no es el único arma de un artista, pero es que el canario tiene el set completo, y si aún hubiese algún escéptico que no se lo crea, que vaya a verle en directo, que verá cuánto se equivoca.

 

El pasado jueves 11 de octubre tuvimos la suerte de asistir al primer concierto en solitario de Agoney. Sería un evento muy especial para el cantante, no solo por ser el primero, sino porque lo daría en el pueblo donde se crió, Adeje (Tenerife), y estaría rodeado del calor de su familia y sus amigos, además de sus fans. Hubo muchísima gente que viajó desde toda España solo para ver su primera actuación. Había personas de Galicia, Cataluña, Madrid, Andalucía, País Vasco… gente de todas las edades que hizo cola desde primera hora de la mañana solo para poder verle. Es precioso ver los lazos de amistad que se van creando entre personas que no tienen absolutamente nada que ver, que el único punto en común que comparten, y que de hecho les ha unido, tiene de nombre y apellido Agoney Hernández. Fue un día muy bonito de principio a fin, pero lo mejor fue, sin duda alguna, la hora y media que nos regaló.

 

Lola Indigo fue la encargada de abrir la noche con una actuación breve pero intensa. La banda femenina liderada por Mimi Doblas, ex-concursante de OT y amiga íntima de Agoney, es la clara prueba de que con esfuerzo y constancia se puede llegar adonde sea. El respeto con el que tratan la música y la danza es lo que les está llevando al verdadero triunfo a una velocidad inimaginable. Es una combinación perfecta de canto y baile, cualquiera diría que además de cantante es bailarina. Al fin y al cabo, no todo el mundo puede hacer lo que ella hace.

 

Poco después de que Lola Indigo abandonara el escenario, la pantalla gigante se iluminó con una cuenta atrás y con la silueta de Agoney. Cuando el contador llegó a cero, la pantalla gigante se volvió negra para poco después dar paso a unos vídeos de introducción en los que se veía a un Agoney debajo del agua intercalándose con imágenes de otro Agoney más poderoso, con una mirada penetrante y fuerte. Las dos caras de la misma moneda, dos posturas totalmente diferentes, pero que están en la misma persona. Para cuando la intro terminó, tanto Agoney como el equipo de baile estaban ya en el escenario a ritmo del “Freedom” de Beyoncé. La puesta en escena fue espectacular, sobre todo por el baile y por la actitud de las cinco personas que estaban en el escenario. ¿Decíamos que era el primer concierto? Parecía que llevara cien. El tema de apertura siempre suele ser de los más complicados, entre otras cosas porque aún no se han superado los nervios y porque la gente no ha terminado de calentar motores, pero es que todo el público se quedó alucinado después de lo que vio. “Freedom” no fue solo una buena elección para empezar el show porque la canción sea un temazo: lo que de verdad nos dejó con la boca abierta fue la interpretación tan potente, los pasos de baile, la expresión de su cara, la fuerza de su mirada, el poder de sus pisadas. De pronto la música paraba y el público rompía en gritos y aplausos, pensando que había terminado, pero no. Volvían a la carga. Otra vez volvía el silencio seguido de aplausos, pero en seguida embestían de nuevo. Y así varias veces. Como todos los inicios de la gira sean así, preparaos.

 

La cosa siguió adelante con un mix de “Crazy” y “Crazy in Love” llenos de electricidad y baile. Todo el mundo coreó al unísiono los estribillos mientras el canario rompía el escenario. Lo diré varias veces, pero la puesta en escena y el baile dejó boquiabierto al público durante todo el concierto. Las primeras canciones dejaron con lágrimas de orgullo a muchos fans que, según ellos mismos decían, “no se pueden creer lo que están viendo”. El juego de luces, hecho por el propio Agoney con la ayuda de amigos de confianza, sumaron muchos puntos a todo el concierto en general, pero sobre todo a este tipo de canciones que tratan de llevar al público a lo más alto, como si estuviesen viviendo la fiesta de su vida.

 

De pronto la atmósfera se tiñó de morado y el ambiente festivo se convirtió en silencio. La gente dejó de gritar, de aplaudir e incluso de hablar entre ellos para escuchar al de Adeje cantar un pequeño fragmento de “Never Enough” que daría pasó a uno de los momentos de la noche: “SOS d’un Terrien Détresse”. Tanto Agoney como todos los allí presentes teníamos la espinita clavada al no haber podido disfrutar de la pieza en la gala final del programa. Nos hacíamos a la idea de cómo hubiese sido por los vídeos de los castings o por algún directo de Instagram, pero escucharlo en primera persona es algo totalmente diferente. ¿Cómo puede una voz de veintidós años acariciar el corazón de una plaza entera haciendo algo tan simple como cantar? Ojalá siga en el repertorio de la gira y ojalá la disfrutéis tanto como quienes estuvimos allí el once de octubre.

 

Ya nos avisó de que habría algo de “Magia”, y así fue. El tema candidato a representar a España en Eurovisión 2018 sería el siguiente en sonar, solo que en el lugar de Miriam Rodríguez estuvo Ainhoa Aguilar, una chicharrera que pocas personas conocían, pero que sorprendió a todos con una voz y una interpretación excelentes. Siendo realistas, todo el mundo sabe que hay personas a las que le sienta muy mal que en los conciertos de los exconcursantes de OT alguien cante una canción que en su día le tocó a uno de los chicos del programa. Se olvidan de que las canciones están hechas para que sean cantadas y para que se disfruten, que pueden (y deben) volar de una voz a otra, que nunca hay que enjaular a la música. Al contrario, hay que liberarla y hacerla correr. Esto siempre ha sido muy criticado, pero se busque por donde se busque, no leeréis ni un mal comentario hacia Ainhoa, lo que dice muchísimo de ella. “Magia” terminó, y aunque Agoney volviese a estar solo en el escenario, aún teníamos en mente a la leona de Galicia gracias al “Runnin’” de la Gala 1. Tanto este tema como el anterior son muy distintos a las tres primeras canciones, que eran más fiesteras y cañeras, pero el público, lejos de venirse abajo, unió su voz a la del canario, quien no podía parar de sonreír al ver que realmente la gente estaba cantando y disfrutando de un concierto suyo, de su primer concierto.

 

Tal vez “Without You” fuera el siguiente tema precisamente por eso, por si la fiesta decaía, aunque ya os oleréis que la cosa no fue así. En un momento y casi sin darnos cuenta, nos hizo un resumen de los momentos clave de su estancia en la academia: uno de los temas con los que se presentó al casting (y que habría cantado en la final de haber llegado a ella), la canción que podría haber ido a Eurovisión, el “Runnin’” de la primera gala y el “Without You” que cantó mientras atravesaba uno de los momentos más delicados de su concurso. Realmente lanzó de golpe un montón de temas que, de una forma u otra, marcaron sus casi tres meses en Operación Triunfo.

 

La segunda colaboración de la noche llegó: Alejandra Mereb entró en escena y, con ella, el piano. Pese a problemas técnicos típicos del directo (la electricidad se fue un par de veces), para muchos fue el momento más bonito, íntimo y personal de la noche. Por fin pudimos escuchar “A Tragos”, el primer tema compuesto por Agoney que se ha atrevido a presentar en directo ante tanta gente. La verdad y la pasión son piezas fundamentales para que una pieza transmita y emocione, y el adejero va sobrado en ambas cosas. Esta canción en concreto tenía unas expectativas muy altas debido a los pequeños adelantos que había en internet y al hype que se creó desde que cantó un trocito en una clase de Los Javis, y la verdad es que las sobrepasó todas, tanto por su voz y por la melodía de la canción como por lo precioso que quedaba ese piano de fondo. No sabemos si será single, y en realidad tampoco si estará incluida en algún disco, pero tocar este tema en directo debería ser, en mi opinión, algo casi obligatorio.

 

El “Creep” de Radiohead que tanto significa para él comenzó a sonar y fue maravilloso. Exactamente lo mismo sobre el “Si tú no estás” de Rosana. “No quiero estar sin ti. Si tú no estás aquí, me sobra el aire”. Realmente es una canción muy, muy triste, pero es bonita como ella sola. La voz y la emoción que le pone Agoney intensifica aún más los sentimientos que transmite el tema. Cantar esto con todo lo que ha sucedido en el último año requiere un valor, una fuerza y una voluntad de hierro. Todo el amor y cariño que ha recibido en los últimos meses, pero sobre todo en este concierto tan especial, es totalmente merecido. Y es que todos, de una forma u otra, necesitamos que nos den cariño, así que muchos de sus fans tuvieron el detalle de grabarse haciendo playback de “What’s Up” y enviarlo por correo como muestra de agradecimiento y dedicación. El pequeño artista vio todos los vídeos y seleccionó algunos para que salieran en la pantalla gigante mientras sonaba el estribillo, habiendo aclarado antes que quien no saliera en las pantallas de Adeje, saldría en las de otra ciudad. Fue la canción en la que más vimos disfrutar a Agoney, y seguramente fuese por lo cerquita que estuvo de los fans. Se bajó del escenario para cantar entre ellos, incluso llegó a darle el micrófono a algún afortunado. Sin duda alguna, la cercanía y el trato tan bonito que tiene con sus fans es otro de los puntos que hacen de Agoney un artista completo. Vas uniendo unas piezas con otras y el puzzle termina siendo una obra de arte única.

 

Llegados a este punto, podemos hablar de distintos bloques bastante diferenciados en el concierto. Primero vino el bloque de la fiesta y del reencuentro con los temas de OT. El segundo bloque está compuesto por temas en acústico. “What’s Up” es una especie de puente: es un clásico que todo el mundo conoce (al menos el estribillo) en el que se utiliza por primera vez la pantalla para sacar a personas que no fueran el propio Agoney. Después de este tema, se vino uno de los bloques más importantes que, pienso, debería mantenerse tal cual para el resto de la gira: un montón de clasicazos apoyados por vídeos en los que aparecen y cantan diferentes artistas. Así, en la primera canción de este bloque, “Endless Love”, Agoney aparecía en el lado derecho de la pantalla cuando le tocaba cantar, mientras que en el izquierdo se dejó ver a la Mariah Carey que colaboró con el difunto Luther Vandross en ese mismo tema.

 

Siguió con la misma dinámica en un sorprendente “I Wanna Dance With Somebody” que prácticamente nadie se esperaba. Ya lo dijo Mónica Naranjo cuando le tocó cantarla a Miriam: Whitney es una artista inigualable y muy pocas personas consiguen estar a la altura de la voz con la que cantaba sus temas. El reto de Agoney era doble: no solo tenía que mantener el nivel por ser una canción de la mismísima Whintey Houston, es que encima puso partes con su voz y la sacó en una pantalla gigante que todo Adeje estaba mirando. La cosa es que funcionó, salió bien. De hecho salió muy bien. Que Agoney haga lo que le da la gana es algo que todo el mundo ya da por sentado, pero es que ese “voy a hacer lo que me apetezca y si no sale bien al menos me quedo a gusto” ha sido algo que todo el mundo quiere volver a vivir en directo. Hace lo que quiere, sí, pero lo hace con cabeza, con seguridad y con todas las ganas del mundo, así que el resultado es el que es.

 

Si no fie suficiente el “ponerse a cantar con” Mariah y Whitney… “Bohemian Rhapsody”, uno de los temas que más se han pedido por redes sociales, llegó a la carga. Volvemos a lo de antes: cantar un himno tan querido por todo el mundo, y encima dejando sonar la voz de Freddie Mercury en algunas partes de la canción, y no perder luz, es algo de lo que casi nadie puede presumir, pero quien tiene un ángel en la garganta puede hacer estas cosas. El resto no podemos, pero nos conformamos con escucharlas –y oye, con mucho gusto-.

 

Agoney abandonó el escenario momentáneamente para cambiarse de ropa y regalarnos un “Love on the Brain” que nos dejó a todos con la boca abierta. El canario tiene su faceta seria, la tímida, la fiestera… pues venga, ahora la sensual, otra más.  Y eso que tuvo que guardarse la petaca en el trasero porque no se le colgaba de la ropa (nos ahorramos el chiste fácil, que ya lo gritó mucha gente en el concierto). Podría haber sido mucho más provocativo, y seguro que en la gira nos lo demuestra.

 

Para Agoney, 2018 ha sido un año lleno de alegrías y sueños cumplidos, pero también ha tenido que enfrentar problemas y situaciones duros como la vida misma. A igual que su paisana Rosana canta en uno de sus temas que “si te caes, te levantas”, su ídolo Freddie diría “Show Must Go On”. Ese es verdadero espíritu de Agoney, y así cantó el clasicazo de Queen. Siempre va a haber problemas y siempre habrá al menos un motivo que nos tiente a tirar la toalla, pero no hay que dejarse llevar por el miedo o por los malos sentimientos. Agoney ha sido, y está siendo, un guerrero en toda regla. ¿Que se pierde un combate? Se aprende y se gana el siguiente. Y, mientras tanto, que el show continúe. No hay otra manera.

 

El día 11 de octubre Leslie tendría que haber llegado a Adeje, pero debió achantarse al ver buscando acsión al verdadero huracán de la noche: Agoney y su perfecto “Eloíse”. Ha habido muchísimas actuaciones de sobresaliente a lo largo de la historia de Operación Triunfo, pero solo algunas se quedarán en la memoria de la gente como si fueran temas propios. Ya le pasó a Lorena Gómez en su día con “Land of a 1000 Houses” o a Rosa López y Chenoa con el precioso “Sueña”. De hecho ya hubo un “Eloíse” muy bien valorado en la segunda edición de OT, pero el número de Agoney es simplemente brillante, y no solo porque clave la voz y la actitud –por no hablar de ese agudazo final-, se trata de la actuación entera. Lo mires por donde lo mires, te impresionas. El juego de luces, perfecto. Los bailarines, impecables. El público entregadísimo al huracán de las Islas Canarias, como si fuesen fans de AC/DC coreando el “Highway to Hell”. ¿Qué decir de “Eloíse” que no sepáis ya? Simplemente alucinante.

 

Todo lo bueno acaba, y ya entramos en la recta final del concierto. “Where Have You Been?”, un tema que solía cantar para personas que iban de vacaciones a Canarias para pasárselo bien, ahora sonaba para un montón de gente que viajó exclusivamente para verle a él. La vida da muchas vueltas y quien cuida con mimo las semillas que planta, termina cuidando a un árbol cuyas ramas llegan a abrazar las nubes.

 

El tema de Rihanna terminó. Agoney se dio la vuelta, miró a la pantalla y pusieron un vídeo suyo de cuando era bien pequeñito, que apenas podía andar bien, con su madre animándole para que cantara algo. Desgraciadamente la madre falleció este año, por lo que si el vídeo por sí solo ya era especial por recordar momentos tan bonitos, esto le añadió una carga emocional que nos hizo llorar a todos. Más aún cuando empezó a cantar “Purple Rain”. He perdido la cuenta de los conciertos a los que he ido, pero puedo asegurar que nunca he visto a tanta gente llorar y emocionarse tanto. Agoney pudo mantener la compostura y cantar un “Purple Rain” que nos puso los pelos de punta. Absolutamente todo el público rompió en aplausos al terminar la canción, lo que había hecho tenía un mérito tremendo. Todo el personal, todo, se sintió orgullosísimo del hombre que estaba en el escenario, y si él sintiera aunque fuera tan solo la mitad de ese orgullo, sería una persona inmensamente feliz. Lo que realmente se merece.

 

Salió durante un par de minutos del escenario, se cambió y volvió a entrar con los bailarines que le acompañaban para cantar el último tema, “Quizás”, su primer single. Agoney ha dicho un montón de veces que la letra le recuerda a todos los malos momentos que ha pasado a lo largo de su vida por culpa de personas que lo querían quitar de en medio, que le hacían los días imposibles y que, en definitiva, le hacían daño. Ahora que está consiguiendo cumplir sueños que veía imposibles, les pregunta que qué sienten al verle volar, al ver que pese a haberle herido tanto, está por encima de dolor que le hicieron sentir. Y recuerdo que el concierto fue en Adeje. No puedo decir que mientras cantaba estaba pensando más que nunca en esa gente que no han hecho más que ponerle obstáculos porque obviamente no puedo meterme en su cabeza, pero aunque no hubiera sido así, seguro que más de una de esas personas estaba en la plaza viéndole cantar ante un público que lo adora, que cree en él como en nadie y que seguirá apoyándolo allí o en cualquier otro sitio al que vaya.

 

El Agoney al que le daba vergüenza bailar delante de gente dio un concierto lleno de coreografías. El Agoney que no sabía si tendría público que fuera a verle llenó la plaza de un pueblo de las Islas Canarias con gente de casi todas las comunidades autónomas de la península. El Agoney inseguro que nos decía que no pasaba nada si el single no nos gustaba terminó viendo como esa plaza llena de gente tan diversa coreaba con él su “quisás, quisás” con una sonrisa de oreja a oreja. El trabajo y la constancia de “el Soñador Diurno de Canarias” dio resultado y, sin duda, esto irá a más, porque, como ya sabéis, lo bueno está por llegar.

 

Crónica: Luis Sánchez

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